"La montaña rusa de emociones de Laporta"
El año 2024 finaliza para el Barcelona con una sensación de anhelo frustrado. Laporta y su proyecto se encuentran en una peligrosa montaña rusa, donde las emociones fluctúan a un ritmo vertiginoso. El primer equipo es el reflejo más claro de esta realidad. Inició el año en una situación complicada, con un Xavi anunciando su salida del banquillo a final de temporada debido a los pésimos resultados. No obstante, esta decisión generó una reacción palpable que llevó a los más optimistas a creer que aquel Barça podría conquistarlo todo.
El equipo se desplomó en apenas dos meses para acabar la temporada sin un título y Laporta echando al entrenador después de que ambos hubieran reculado y aceptado que Xavi seguiría en el banquillo. El bajonazo fue total, en el club y afición. Pero llegó Flick con Lamine Yamal y sus chavales y el equipo volvió a volar.
El Barça en apenas dos meses se instaló en Disneylandia, líder en LaLiga y maravillando a toda Europa con su fútbol. Un felicidad efímera porque en noviembre comenzó la bajada en la montaña rusa y los azulgranas perdieron en siete partidos todo lo que habían ganado al principio.